Mediante un proceso llamado fotosíntesis, las plantas aprovechamos la energía de la luz solar para mezclar el agua de la tierra con el dióxido de carbono del aire, y así producir nuestro preciado alimento azucarado: la glucosa.
Para capturar la energía luminosa del Sol usamos una sustancia llamada clorofila, la cual nos da un color verde.
Con la fotosíntesis absorbemos dióxido de carbono y emitimos oxígeno. Por eso es importante que haya muchas plantas, porque producimos casi todo el oxígeno que respiran los seres humanos y los animales.
Debajo de la tierra, nuestras raíces absorben agua y nutrientes como: nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y azufre (S), entre otros minerales. Si cualquiera de ellos nos falta, crecemos raquíticas. Por ejemplo, si tenemos suficiente nitrógeno, nuestras hojas estarán muy verdes; si nos falta, estarán amarillentas. Si tenemos fósforo en cantidad adecuada, nuestras raíces y tallos serán fuertes; si no, los tendremos débiles y nuestras hojas inferiores estarán rojizas. Con potasio seremos más resistentes a las enfermedades; pero, si nos falta, los bordes de nuestras hojas se verán como si estuvieran quemadas.
Si estamos bien alimentadas, las plantas como yo, Nikté, ¡nos vemos más bonitas y nos sentimos mejor!
¿No crees que las plantas sentimos? Dale clic al siguiente capítulo y descubre cómo son los sentimientos de las plantas.
Derechos Reservados © 2009, Rolando Tamayo Rodríguez.
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